lunes, 19 de noviembre de 2012

1er Trabajo individual. "Mi retrato de Napoleón Bonaparte".


Mi retrato de Napoleón Bonaparte




Los sabios son los que buscan la sabiduría; los necios piensan ya haberla encontrado”





CRONOLOGIA

1769. 14 de agosto: Nacimiento de Napoleón.
1779. En el colegio de Brienne.
1784. En la Academia Militar.
1785. Subteniente de artillería.
1789. Marcha a Córcega.
1791.  Teniente en Valence.
             Octubre: En Córcega.
1792. Pronunciamiento en Ajacci. Destierro.
1793. Capitán. Toma de Tolón.
1794. Febrero: General de Brigada.
            Agosto: Arrestado.
1795. Junio: En el Ministerio de la Guerra.
            Octubre: Es sofocada la rebelión de París.
            General en jefe del Ejército Interior.
1796. 2 de marzo: General en jefe del Ejército de Italia.
            6 de marzo: casamiento con Josefina de Beauharnais.
1796-1797. Batallas de Millesimo, Castiglione, Rívoli i Mantua.
1797. En el castillo de Montebello.
1798. Hasta mayo en París.
            19 de mayo: Partida para Egipto.
            Batalla de las Pirámides.
1799. Jafa, San Juan de Arce, Abukir.
            7 de octubre: Desembarco en Francia.
            9 de noviembre: Golpe de Estado del Brumario.
            24 de diciembre: Primer cónsul.
1800. 14 de junio: Batalla de Marengo.
            24 de diciembre: Atentado.
1801. Paz de Lunéville.
            Concordato con Pío VII.
1802. Paz con Inglaterra.
            Cónsul vitalicio. La Legión de Honor.
1804. 21 de marzo: Ejecución del duque de Enghien.
            18 de mayo: Toma el título de emperador.
            2 de diciembre: Coronación.
1805. Octubre: Trafalgar.
            Noviembre: Toma de Viena.
            2 de diciembre: Batalla de Austerlitz.
            Paz de Presburgo.
1806. Confederación de los Estados renanos.
            José, rey de Nápoles.
            Luis, rey de Holanda.
            14 de octubre: Batallas de Jena y de Auerstädt.
            Berlín: Bloqueo continental.
1807. Batallas de Eylau y Friedland.
            9 de julio: Tratado de Tilsit.
            Jerónimo, rey de Westfalia.
1808. Roma. Madrid. Bayona.
            José, rey de España.
            Murat, rey de Nápoleó.
1809. Destierro del papa. Batallas de Aspern, Essling, Wagram y Viena.
1810. Enero: Divorcio.
           Abril: Matrimonio con María Luisa.
1811. 20 de marzo: Nacimiento del rey de Roma.
1812. Batallas de Smolensko, el Moscova, Vitoria y Moscú.
            Diciembre: Regreso a París.
1813. Abril: Batallas de Lützen y Bautzen.
            Julio: Batalla de Dresde.
            16-18 de octubre: Batalla de Leipzig.
            1814. Batallas de Brienne, La Rothière, Champaubert, Monteresau, 
                   Bar-sur-Aube Laon y Arcis-sur-Aube.
           6 de abril: Abdicación en Fontainebleau.
           20 de abril: Partida hacia la isla de Elba.
1815. 26 de marzo: Regreso de la isla de Elba.
            13 de marzo: Declarado fuera de la ley.
            30 de marzo: En París.
            Junio: Batallas de Ligny y Waterloo.
            23 de junio: Segunda abdicación.
            13 de julio: Carta al príncipe regente de Inglaterra.
            31 de julio: Declarado prisionero.
            17 de octubre: Llegada a Santa Elena.
1821. 5 de mayo: Muerte.




Napoleón nace el 15 de agosto de 1769 en Ajaccio, Córcega, y recibe el nombre de Napolione. Sus padres, Carlos Bonaparte y Letizia Ramolino, pertenecientes a la pequeña nobleza corsa, tuvieron ocho hijos: José (1768), Napolione, Lucien (1775), Elisa (1777), Luis (1778), Paulina (1780), Carolina (1782) y Jerónimo (1784).

Un año antes de su llegada al mundo, Córcega había sido invadida por los franceses. Durante este tiempo, la Isla luchó por expulsar a los franceses. Su padre formó parte de la resistencia corsa. Tres meses antes de su nacimiento, en mayo, los corsos son derrotados y pasan a estar bajo el dominio de Francia.

Su padre no tuvo más remedio que aceptar las cosas como eran para poder mantener a los suyos. Poco a poco consigue la amistad del nuevo gobernador francés, gracias a la cual logra un puesto como asesor en los tribunales y más tarde el de inspector. Acompañado de los dos hijos mayores, José de once y Napoleón de diez, viaja a Francia llevando consigo una recomendación del gobernador de Córcega para confirmar, en el Colegio Heráldico de París, su título de nobleza. El rey Luis le concede, además de un donativo por su servicio leal, dos becas para sus dos hijos y otra para una de sus hijas en las escuelas de la nobleza.

El joven Napoleón entra en la Escuela Militar de Brienne. Durante su estancia se muestra retraído y reservado, dicen que nunca lo ven sonreír; sus compañeros de la aristocracia francesa deducen por sus ropas que es un noble pobre y se burlan de él. Apenas sabe una palabra de francés y tampoco muestra interés por aprender la lengua del “enemigo”. Piensa, Napoleón, que un día él será el libertador de Córcega. A pesar de su rebeldía, sus profesores tienen buena opinión de él, aunque no se distinga más que en las matemáticas, la historia y la geografía. Eso sí, le encanta la lectura, lee todo lo que Voltaire, Rousseau y el gran monarca de Prusia han escrito sobre la liberación de Córcega.

Continúa sus estudios en la Escuela Militar de París. A los dieciséis años es nombrado subteniente y con tan sólo dieciocho ya es teniente.

A raíz de sus exámenes, sus superiores escriben de él: “Reservado y trabajador, prefiere el estudio a toda especie de recreo; gusta de la lectura de los buenos autores; aplicado a las ciencias abstractas... Silencioso y amante de la soledad; caprichoso, altivo y extremadamente propenso al egoísmo; de pocas palabras, enérgico en sus respuestas, pronto y mordaz en la réplica, con mucho amor propio; ambicioso y aspirando a todo.”

Mientras sus compañeros se divierten en la sala de billar, en un café de reunión, él prefiere a sus libros, se sienta en solitario, al fondo, leyendo con total atención todo aquello que más tarde podrá serle de alguna utilidad: los principios e historia de la artillería y la balística; la República de Platón; la constitución del Estado persa, del ateniense y del espartano; la historia de Inglaterra; las campañas de Federico el Grande; las finanzas francesas; las costumbres de los turcos y la tipografía de su país; Alejandro Magno, la historia de Egipto y de Cartago; los viajes a la India; las obras de Mirabeau, Buffon y Maquiavelo; la historia y constitución de Suiza, de China y de la India y el imperio de los Incas; la historia de la nobleza y de sus desaguisados; copia discursos enteros del Parlamento inglés y dibuja en mapas las partes del mundo.


Un día recibe una carta de su madre. Su generoso protector, el gobernador, ha muerto. También su padre unos meses antes. Su madre está preocupada porque no tienen dinero. Napoleón viaja a Córcega, tiene licencia de un año para estar con los suyos. Durante este tiempo, él escribe en su diario: “¡Qué espectáculo el que ofrece mi patria!... Mis compatriotas besan las manos que los oprimen... Aquellos tiempos dichosos se desvanecieron cuando nos arrebataron la libertad...¡Ah, franceses!... ¡Y ver mi patria en esta situación, sin poder socorrerla!.. Si hubiera un hombre cuya muerte pudiera suponer nuestra liberación, yo no vacilaría un instante...”

Regresa a Francia, a la Escuela Militar de Auxonne. Le encargan trabajos militares que exigen grandes cálculos matemáticos. Mientras tanto sigue rellenando las hojas de su diario, escribe sobre la autoridad de los reyes, del poder del que gozan las doce monarquías de Europa y dice estar seguro que muy pocos serían los que no mereciesen ser destronados. Sabe que si su diario cae en manos de sus superiores, le costará muy caro.

Tullerías
En Francia estalla la revolución, Napoleón aprovecha el momento para viajar de nuevo a Ajaccio, su pueblo. No le importa que todo cuanto ha aprendido haya sido a costa del rey de Francia. ¿Qué tenía él que ver con el rey? En su mente solo lleva una idea: luchar por la libertad de su pueblo. Los pueblos, dice, tienen el derecho a gobernarse por sí mismos. La lucha contra los franceses en Córcega es un fracaso, Napoleón y toda su familia son desterrados y declarados fuera de la ley. Se refugian en Marsella.

El rey, Luis XVI, es ejecutado en la guillotina. Las monarquías europeas, Inglaterra, España, Prúsia y Austria, declaran la guerra a Francia. La recién estrenada República llama a todos sus hombres al servicio militar, incluso a las mujeres. La ciudad francesa de Tolón se levanta en armas contra su gobierno, la Convención, y pide ayuda a Inglaterra. Los ingleses llegan con su flota a la bahía de la ciudad. Napoleón es enviado como jefe de batallón y da muestras por primera vez de su gran talento como estratega militar derrotando a los ingleses. Conoce entonces a quienes van a ser sus compañeros en las siguientes batallas: Junot, Desaix, Bessières, Duroc, Ney, Murat, Massena, Berthier, Suchet y Leclerc. Gracias a esta victoria en Tolon, el 22 de diciembre de 1793, es ascendido a general de brigada, cuenta con tan solo veinticuatro años

Robespierre, uno de los líderes de la Convención jacobina, es guillotinado y se ordena detener a Napoleón al creer que simpatiza con los ideales de éste y es encarcelado en el Fuerte Carré de Niza  aunque puesto en libertad a las pocas semanas.La operación que dirige, el 5 de octubre de 1795, contra los insurrectos en las proximidades de las Tullerías le vale el reconocimiento del gobierno. A partir de ese momento, su ascenso irá en aumento.


En París frecuenta los círculos de la alta sociedad y conoce a la joven Josefina de Beauhharnais, viuda del general vizconde de Beauharnais, que había sido diputado de la nobleza en los Estados Generales y presidente de la Constituyente antes de ser guillotinado en 1794. Napoleón queda pronto seducido por la atractiva vizcondesa. El 9 de marzo de 1796 contrae con ella matrimonio civil y dos días más tarde sale para unirse al ejército de Italia como comandante en jefe.

Las campañas de Italia dan fama a Napoleón en Francia y en toda Europa cuando aún no ha cumplido los treinta años. Su mayor mérito consiste en reorganizar y disciplinar a un ejército mal dotado, dándole rapidez, llevando siempre la iniciativa y saber cómo y cuándo tiene que actuar en el campo de batalla. Sus victorias en Lodi, Arcola y Rivoli quedan como ejemplos para enseñar el arte de la guerra, por el inteligente despliegue de las tropas y por la ejecución de los movimientos. En efecto, Napoleón revoluciona la forma de hacer la guerra y moderniza la organización del ejército.

En 1797 firma con Austria el tratado de Campoformio, por el cual desaparece el Estado veneciano y se instituye la República Cisalpina. Un año después inicia una campaña en Egipto con el fin de cortar las rutas comerciales inglesas hacia Oriente. Logra importantes victorias contra los turcos pero sufre una derrota, la batalla naval de Abukir, frente a la flota británica al mando del almirante Nelson.

Regresa a Francia y se encuentra con un país de nuevo amenazado por las potencias europeas y un gobierno, el del Directorio, sumido en una grave crisis. Aprovecha la impopularidad de este gobierno para dar un golpe de Estado el 18 de Brumario (10 de noviembre de 1799) y proclamarse cónsul, jefe del gobierno y comandante en jefe del ejército, además de atribuirse todo el poder ejecutivo y legislativo.




En esta etapa, Napoleón da estabilidad y prosperidad a Francia. Sus campañas militares difunden los principios de la Revolución por todo el continente europeo. Reforma y moderniza la administración pública, la enseñanza (los liceos, pasan a depender del Estado y reemplazan a los colegios de la iglesia), potencia la cultura y el arte, crea el Banco de Francia. Y elabora el famoso Código Civil Napoleónico, basado en la libertad, el derecho de propiedad y la igualdad de todos ante la ley. Dicho código sirvió de modelo a Europa y a muchos países del mundo ya que sienta las bases de un Estado de Derecho. Hoy sigue vigente aunque con algunas modificaciones.



Una vez amarradas las cosas en casa, en Francia, ha llegado el momento de enfrentarse de nuevo a las potencias europeas. Napoleón, ahora como jefe absoluto, está preparado para la segunda campaña en Italia. Vence a Austria en la batalla de Marengo (1800) y un año más tarde firma la paz de Lunéville. También normaliza las relaciones con la Iglesia, con el papa Pío VII, que habían sido muy dañadas a causa de la Revolución. Con su enemigo número uno, Inglaterra, firmará con el almirante inglés Nelson un breve periodo de paz, la Paz de Amiens.

De momento se entra en una etapa de seguridad y calma, pero en 1803 vuelve la guerra contra Gran Bretaña y estallan conspiraciones realistas. Esto es aprovechado por Napoleón para nombrarse emperador. Francia ha pasado por la república, el consulado y ahora el imperio.

El 2 de diciembre de 1804 el papa, Pío VII, oficia la ceremonia de coronación, pero es el propio Napoleón quien quitándole la corona de las manos se la coloca así mismo sobre su cabeza, un gesto que deja pasmados a todos. Premia a la gente que le ha ayudado en su ascensión, incluida su familia, nombrándoles príncipes, mariscales, duques, …

El deseo de Napoleón es convertir a Europa en un único Estado bajo las ideas del liberalismo. Esta expansión imperial provoca el malestar de las demás potencias europeas que se unen formando la Santa Alianza (Inglaterra, Austria y Rusia) para frenar a las tropas francesas. Napoleón obtiene grandes victorias: Ulm, Aussterlitz, Jena, Auestardt, Friedland, etc. Por mar las cosas no le van tan bien dado el gran poderío de la flota británica. Quiere aislar a Gran Bretaña mediante un bloqueo continental y para ello piensa en España que también tiene una importante flota marítima. Aprovechando la debilidad de los borbones, Carlos IV y su hijo Fernando VII, impone a España un nuevo rey, a su hermano José Bonaparte.

Al margen de su vida política, en su vida personal, su esposa Josefina no puede tener hijos. Él desea un heredero para su imperio, por ello decide sdivorciarse y casarse con María Teresa, hija del emperador de Austria Francisco I. El 20 de febrero de 1811 nace, por fin, su anhelado heredero, Francisco Carlos José Bonaparte, destinado a suceder a su padre al frente de un imperio que comprende la mitad de Europa y que incluye, además de Francia, Bélgica, Holanda, el margen izquierdo del Rhin, la Confederación del Rhin, la Helvética, el Reino de Italia y el de Nápoles.


Pero contra este imperio se levantan los pueblos europeos entre ellos el español, que desde mayo de 1808 entra en guerra contra los franceses, será la Guerra de la Independencia. En 1812 comienza su conquista de Rusia, con más de 500.000 hombres. Es una batalla cruel y penosa para su ejército, debido al extremo invierno ruso y a la falta de provisiones. Sólo 18.000 hombres consiguen llegar a Polonia.


Se inicia el lento hundimiento del Imperio que se consume en marzo de 1814 con la invasión de Francia por parte de la Santa Alianza, el 31 de marzo de 1814, consiguiendo la abdicación del Emperador seis días más tarde, el 6 de abril de 1814. Francia vuelve a las fronteras de 1792.

Tras su abdicación, Napoleón es desterrado a la isla mediterránea de Elba. Poco después, en 1815, abandona la Isla y desembarca en Francia, donde recupera el poder que sólo podrá conservar Cien Días, derrotado en Waterloo (Bélgica) por ingleses y prusianos abdica y se entrega a los ingleses quienes le deportarán a la isla de Santa Elena, frente a las costas de África, en el Atlántico Sur.

Lo acompañan algunos de sus fieles, entre ellos Emmanuel de Las Casas, quien escribirá el célebre Memorial de Santa Elena.

Recordando sus momentos de gloria, Napoleón nos cuenta: “Yo soy la única causa de mi caída. Yo he sido mi principal enemigo, el artesano de mis desdichas”. “Cuando vuelvo mi pensamiento hacia los errores que he cometido, me siento agobiado de remordimiento, he querido abarcar demasiado..., he tensado demasiado el arco y he fiado demasiado en mi buena suerte”. Lamento haber emprendido la conquista de Rusia sin haber antes resuelto los problemas en España. E, incluso, haber emprendido demasiado pronto mi última campaña sin seguir los consejos de mis allegados. Pero lo que más lamento es haber buscado refugio en Inglaterra, en vez de hacerlo en América......” “Mi gloria no estriba en cuarenta victorias ni en el hecho de haber impuesto mi voluntad a unos reyes. Waterloo borrará el recuerdo de muchas victorias.... Pero lo que nunca desaparecerá es mi Código Civil,... Mi Código, sólo, con su sencillez, ha hecho más bien a Francia que la masa de todas las leyes que me han precedido. Mis escuelas, mis métodos de enseñanza preparan una nueva generación....Así, durante mi reinado, los crímenes fueron decreciendo mientras entre nuestros vecinos los ingleses se multiplicaron de un modo espantoso.... Yo quise fundar un sistema europeo, un Código europeo, … , en una palabra: que Europa entera constituyese un solo pueblo...”

O también, ”....... Cuando haya muerto, todos vosotros tendréis el dulce consuelo de volver a Europa. Vosotros volveréis a ver, los unos a vuestros parientes y los otros a vuestros amigos; yo, en cambio, volveré a encontrarme con mis valientes... Sí, Kléber, Desaix, Bessières, Duroc, Ney, Murat, Massena, Berthier, todos vendrán a mi encuentro y me hablarán de lo que hicimos juntos. Yo les contaré los últimos acontecimientos de mi vida.... Hablaremos de nuestras guerras con los Escipiones, los Aníbales, los Césares y los Federicos,... sí, será un verdadero goce...”
...“ Debí haber muerto en Moscú”, a lo que contestó Las Casas: “Sire, hubiera privado a la historia de su vuelta de Elba “ a lo que el Emperador contesta: ”Puede ser verdad , pues pongamos que debí morir en Waterloo.”

Napoleón Bonaparte muere cinco años después de su llegada, el 5 de mayo de 1821, a los 51 años. Tradicionalmente su muerte ha sido atribuida a una úlcera que le provocó un cáncer de estómago, análisis toxicológicos de sus cabellos parecen demostrar que sufrió un envenenamiento por arsénico continuado. Sea como fuere, con Napoleón murió uno de los grandes personajes de la Historia y uno de los mayores genios en el ámbito de la estrategia militar.

Es enterrado en la isla de Santa Elena en contra de sus deseos pues él dejó dicho que su deseo era ser enterrado a orillas del río Sena, en Francia. En 1840 el rey Luis Felipe I obtiene el permiso de Inglaterra para que sus restos sean repatriados. Hoy descansa en la cúpula de los Inválidos, en París.




Bibliografía:
- Napoleón, de Emil Ludwig. Editorial Juvenil.
- http://www.napoleonbonaparte.es/biografia-napoleon.html#biografia-napoleon